DAJABÓN.- Dominicanos en motocicletas y otro tipo de
vehículos han establecido una ruta de tráfico diario de haitianos
indocumentados, a plena luz del día y bajo la mirada fría de las autoridades,
dejando a colectividades fronterizas y otros extremos de ciudades del país a
merced de un flujo desbocado de inmigrantes que prácticamente ya no encuentra
resistencia en su camino.
Mientras tanto, el cancillar Miguel Vargas, declaró que
Haití y República Dominicana tienen que convivir de manera fraternal, pero
advirtió que hay que respetar las leyes migratorias y la Constitución del país.
“Nosotros, dijo Vargas, hemos sido
reiterativos en hacer cumplir las leyes migratorias; hemos llevado las mejores
relaciones con el gobierno haitiano y con su pueblo, siempre con la claridad de
nuestra soberanía y lo que corresponde a nuestras leyes migratorias”.
Los habitantes de Loma de Castañuelas, una de las rutas
utilizadas por los contrabandistas de haitianos, que son dirigidos hacia
Santiago y otros lugares del territorio, dijeron estar alarmados al ver la
facilidad con que estos indocumentados entran a República Dominicana.
A través de la parte norte dominicana, los traficantes de
ilegales han marcado unas líneas de cruce que les ha facilitado el ingreso de
cientos de haitianos. Así, cruzan la frontera bordeando los linderos de
Dajabón, cruzando el río Masacre, luego emprenden largas caminatas, y después,
en uno de los trámites de finales de la travesía, son ubicados por motoristas
que les ofrecen llevarlos hasta Santiago o Navarrete a cambio de tres mil pesos
por individuo.
Los motores salen de Dajabón, pasando por Las Matas de
Santa Cruz, atraviesan el municipio Castañuelas, y luego llegan a Villa
Vásquez, donde son desmontados y dejados para que inicien el paso a pie por el
chequeo militar. Más arriba son esperados para continuar su travesía. Otros no
corren con la misma suerte, ya que son víctimas de atracos por los mismos
motoristas, según han revelado.
La mayoría de ellos se aventura para llegar hacia sus
destinos a pie, por varias razones, pero la principal de ellas es que no
cuentan con recursos para costear el transporte.
Los moradores de Las Matas de Santa Cruz dijeron que el éxodo masivo de haitianos indocumentados es muy preocupante para los comunitarios de la zona, ya que muchos de ellos no solo cruzan la frontera para hacer trabajos agrícolas y de construcción, sino que la gran mayoría se dedica a delinquir.
SANTIAGO NO AGUANTA A MÁS HAITIANOS
Mientras fluye la masa de ilegales de todas las edades hacia el país, el tráfico de niños, adolescentes y mujeres son destacadas en este caso. La mayoría de embarazadas y otras que simulan estar en igual situación de gestación se dirigen a Santiago, el Gran Santo Domingo y otras ciudades, donde sus compatriotas las utilizan para que pidan en las calles.
Mientras fluye la masa de ilegales de todas las edades hacia el país, el tráfico de niños, adolescentes y mujeres son destacadas en este caso. La mayoría de embarazadas y otras que simulan estar en igual situación de gestación se dirigen a Santiago, el Gran Santo Domingo y otras ciudades, donde sus compatriotas las utilizan para que pidan en las calles.
Muchos limpian calzados y lustran cristales de vehículos
en los semáforos.
En los alrededores de los elevados de las entradas y la
avenidas Estrella Sadhalá y 27 de Febrero, de Santiago, niños, niñas y mujeres
de origen haitiano, algunas con recién nacidos en los brazos, piden a
transeúntes y conductores.
Informes dan cuenta de que los traficantes de haitianos
utilizan las rutas de Santiago de la Cruz, El Pino, Villa los Almácigos,
Santiago Rodríguez, Monción, San José de las Matas y Santiago de los
Caballeros, el principal destino en sus planes.
Recientemente, en las redes sociales y algunos medios
circuló un video en el que se observa a un motoconchista transportando hasta
cinco haitianos indocumentados, entre ellos mujeres y niños con bultos en sus
manos.
Controles fronterizos El Cuerpo Especializado de
Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) y las autoridades de Migración, han
establecido mayores controles en la frontera para detener el tráfico de niños,
mujeres y otros inmigrantes desde Haití, aunque el fenómeno sigue
produciéndose.
Autoridades castrenses y migratorias establecieron que,
como parte de esas acciones, el 26 de junio pasado allanaron una residencia en
Dajabón, donde había 41 haitianos, entre ellos 14 niños, 16 mujeres y 11
hombres que serían llevados a Santiago, a la capital y otras ciudades para
obligarlos a pedir en las calles.
Tomado de: listindiario