SALUD.- Cuando se presenta un proceso inflamatorio, las
células del sistema inmune conocidas como leucocitos o glóbulos blancos, suelen
acumularse para reparar el tejido, produciendo sustancias que generan dolor.
Asimismo, son capaces de producir péptidos opioides endógenos, que pueden
aliviar el dolor.
Bajo esta premisa, científicos de la Universidad de
Granada (UGR) en España, demostraron en ratones que, aprovechando una proteína
presente en las neuronas, es posible incrementar la acción de los citados
péptidos para que los leucocitos alivien el dolor ocasionado por la inflamación
tisular.
Recordemos que los glóbulos blancos se acumulan en
los tejidos del cuerpo humano tras sufrir un traumatismo o una herida. Su
principal función es la reparación del tejido dañado. No obstante, además
de tal función, los leucocitos producen ciertas sustancias químicas que
promueven el dolor, denominadas algógenos.
Lo anterior se aplica a ciertas
enfermedades crónicas que cursan con inflamación y dolor, como por ejemplo la
artritis.
Irónicamente, los leucocitos también producen
endorfinas, uno de varios péptidos opioides endógenos. Dichos péptidos tienen
la misma actividad que los analgésicos opioides (fármacos que alivian el
dolor intenso, como la morfina), usados desde hace milenios para tratar el
dolor.
Pese a ello, el balance entre la actividad de los
glóbulos blancos a favor y en contra del dolor durante la inflamación favorece
claramente al dolor, y esto se comprueba ya que la inflamación produce esta
última sensación.
Una proteína pequeña llamada receptor sigma-1, que
se encuentra en las neuronas, puede modular la acción de los receptores
opioides. En su estudio, publicado en la revista Proceedings of the
National Academy of Sciences (PNAS), los investigadores de la UGR, junto con la
empresa farmacéutica Esteve, el Instituto Teófilo Hernando de I+D del
Medicamento, y el Instituto de Biotecnología Molecular de Austria, descubrieron
que los bloquedores del receptor sigma-1 son capaces de aumentar el efecto de
estos péptidos opioides endógenos producidos por los leucocitos, de manera que
estas células inmunitarias alivian el dolor cuando están en el tejido
inflamado, en lugar de producirlo.
“Estamos ante un mecanismo de alivio del dolor totalmente
novedoso, basado en maximizar el potencial analgésico de las células del
sistema inmune, y que podría tener importantes aplicaciones terapéuticas en
pacientes con dolor de origen inflamatorio”, destacó Enrique J. Cobos del
Moral, director del proyecto e investigador del departamento de Farmacología en
el Instituto de Neurociencias de la UGR.
Vía: SINC