BARAHONA.- El que tenga la oportunidad de leer esa joya, cultivará un gran amor por las aéreas verdes que se achican en este municipio y en las demás provincias del país, "Yo y Mis Condiscípulos", escrita por el Joaquin Balaguer.
Aunque el autor narra las experiencias vividas de sus
compañeros de aulas, da una sucinta explicación de la ecología, y de la
literatura, motivando a los jóvenes por el amor a la lectura.
Quiero referirme a la construcción del barrio Las Flores,
construido en el gobierno constitucional del año 1974-78, a la sazón el doctor
Joaquín Balaguer concibió en el mismo para que niños, jóvenes y adultos
tuvieran un espacio natural para la recreación, diversión, la lectura, un
parque el cual se le llamo el Resbaladero, lo que constituía un encanto natural
para la época.
Lamentablemente vivimos en un país, donde las autoridades
son apáticas a darle mantenimiento a las plazas
recreativas, encargándose el tiempo de destruirla convirtiéndola en
ruina, criándose diversas alimañas de tipo animal como humana.
Así, sucedió con la plaza recreativa del Resbaladero del
barrio Las Flores, que para la década de los 90, se convirtió en un enorme
vertedero, en la que la comunitaria muy reconocida en esta ciudad y que vivió
en ese lugar, la señora Francia, realizo una campaña de educación para
erradicar dicho vertedero el cual lo logro con la ayuda del sindico de
entonces, devolviéndole el aspecto original del mismo. Mas sin embargo nunca se
lo adjudico.
Un grupo de cristiano reunido en iglesia, al ver la plaza
de recreación el resbaladero convertido en vertedero otra vez, hace dos años,
fruto del abandono lo limpia y comienzan a dar culto de alabanza, los
comunitarios del sector Las flores, se oponen por entender que en el tiempo
luego se apropiarían del espacio natural que fue construido para el deleite de
la comunidad. Entran en conflicto con los moradores, la Alcaldía Municipal le
concede permiso a los cristianos, para que pongan una carpa solamente y hagan
su culto de alabanza a Dios.
En estos días, la iglesia aprovechando el día feriado del
Día Internacional del Trabajo, sorprendiendo a los que viven allí, a
las autoridades municipales e inician una zapata para la construcción sin el
permiso legal correspondiente. Oponiéndose la barriada a que se construya en
ese lugar por entender que es de la comunidad y no de nadie en particular.
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