Por Rachelis Gómez.
OPINIÓN.- Soy una joven mujer de un barrio popular, de La Raqueta, haciendo un trabajo comunitario en los barrios cercanos (camboya, la cañá, los guandules, etc... y todo el municipio de Barahona.
Ingresé a la Alianza por el Rescate de Barahona -ARBA- para trabajar y luchar por la comunidad y su gente, pasando a formar parte de la directiva de la Plataforma Juvenil, junto a compañeros de ambos sexos comprometidos con la idea de producir un cambio real de comportamiento de nuestra gente y en el accionar de los que están al frente de la cosa pública.
En la actualidad tengo 6 meses de embarazo y como mujer pobre no podre ir a parir a una clínica, sólo tengo la posibilidad de ir al Hospital Regional Jaime Mota, lo que me da terror por la muerte de niños y hasta de las madres.
Pero no hay de otra y sólo me queda como a las demás madres pobres luchar por la mejoría de ese centro hospitalario, para que allí encontremos más vida y menos muerte.
Por eso voy a la marcha negra del domingo 27 de mayo, a las 4:00 P.M. saliendo del Parque Central de Barahona y me quedaré hasta el lunes 28 en el campamento frente al hospital.
El Estado y sus funcionarios deben saber que no vamos a ser indiferentes ante su política de muerte, que no nos vamos a dejar matar sin resistir, sin luchar, que tienen que construir un hospital moderno para la región, con buenos equipos, personal medico, de enfermería, bioanalisis, imágenes y administrativo, con medicamentos y un presupuesto que le permita afrontar sus gastos.
Por eso voy a marchar, por eso llamo a las mujeres a marchar en un día tan especial como el día de las madres, por eso llamo a los hombres a que nos acompañen a marchar por la salud del pueblo y por la vida.
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