Por: Jesús García.
INTERNACIONAL.- Ante el incremento de casos de coronavirus en
los Estados Unidos y el aumento de las alertas a nivel mundial, el Departamento
de Seguridad Nacional (DHS) implementó nuevas restricciones en vuelos del
extranjero al país con una mayor vigilancia a personas que hayan visitado
China, sin importar su origen.
La alerta agrega que los ciudadanos extranjeros que no
sean familiares directos de ciudadanos estadounidenses, residentes
permanentes o de la tripulación de vuelo y que hayan viajado a China
dentro de los 14 días posteriores a su llegada, se les negará la entrada a los
Estados Unidos.
A partir de las 5:00 p.m. de ayer domingo, en una orden
dada a conocer por el secretario interino de la gencia, Chad Wolf, se dirigirá
la llegada de ciudadanos estadounidenses que han viajado a China dentro de los
14 días de su llegada a uno de los siete aeropuertos donde hay revisiones
médicas.
“Los ciudadanos estadounidenses que hayan estado en la
provincia de Hubei dentro de los 14 días posteriores a su regreso estarán
sujetos a hasta 14 días de cuarentena obligatoria para garantizar que se les
brinde la atención médica y las pruebas de salud adecuadas”, indica un
comunicado del DHS.
“Para garantizar que no hayan contraído el virus y no representen un problema de salud pública”.
“Para garantizar que no hayan contraído el virus y no representen un problema de salud pública”.
Esta acción es una nueva bandera de alerta del DHS y la
Administración de Seguridad del Transporte (TSA) que ha coordinado esfuerzos
con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Todos los vuelos desde China serán reorientados a siete
aeropuertos: John F. Kennedy (JFK), Nueva York; Chicago O’Hare (ORD), Illinois;
San Francisco (SFO), California; Seattle-Tacoma (SEA), Washington; Daniel K.
Inouye (HNL), Hawai; Los Ángeles, (LAX), California, y Hartsfield-Jackson de Atlanta
(ATL), Georgia.
Actualmente hay ocho casos confirmados de
coronavirus en EEUU, mientras a nivel mundial las detecciones alcanzan 14,300
personas, además de 305 personas muertas.
“Si bien el riesgo general para el público estadounidense sigue siendo bajo, canalizar todos los vuelos con pasajeros que han estado recientemente en China es el paso más importante y prudente que podemos tomar en este momento”, el secretario interino Wolf.
“Nos damos cuenta de que esto
podría generar estrés adicional y prolongar los tiempos de viaje para algunas
personas, sin embargo, los expertos en salud pública y seguridad concuerdan en
que estas medidas son necesarias para contener el virus y proteger al pueblo
estadounidense”.
El personal de Inmigración y Protección Fronteriza (CBP)
y las compañías aéreas se coordinan para identificar a los pasajeros que califican
a las nuevas disposiciones, antes de que aborden sus vuelos hacia Estados
Unidos.