INTERNACIONAL.-
Tras acusaciones de racismo y abuso por parte de policías en la aplicación del
distanciamiento social en Nueva York, el alcalde Bill de Blasio los liberó
parcialmente de esas labores, tal como había solicitado el principal sindicato, la Asociación
de Benevolencia (NYCPBA).
NYPD
continuará dispersando grandes reuniones que tienen más probabilidades de
presentar un riesgo de propagación del coronavirus, dijo De Blasio ayer.
“Pero no vamos a tener el enfoque de (…) dos o tres personas juntas”.
“Y
no tendremos a la policía para hacer cumplir los revestimientos faciales”, agregó,
según Associated Press.
El
cambio se realizó después de que circularan videos en las redes sociales que
mostraban enfrentamientos entre oficiales y ciudadanos, incluido uno en el
que una mujer con un niño pequeño fue arrojada al suelo y esposada mientras
la policía la sacaba de una estación del Metro por no usar una máscara para
cubrirse la cara.
Adicionalmente,
las estadísticas denunciaron que la mayoría de los atacados han sido afroamericanos e hispanos.
De
Blasio dijo que los oficiales de policía sólo ofrecerán máscaras a las personas
cuyos rostros estén descubiertos, sin amonestarlos. “Queremos hacer de éste un
enfoque positivo”.
Patrick
Lynch, presidente del sindicato NYCPBA, dijo que la política revisada de
distanciamiento social “creará más problemas de los que resuelve”. Insistió
en un comunicado que “La nueva política debería ser una sola oración: los
agentes de policía no son responsables de hacer cumplir el distanciamiento
social u otras directivas de salud pública”.
Algunos líderes políticos en la ciudad también han instado al alcalde a dejar la mayor parte de la aplicación del distanciamiento social a otros departamentos de la alcaldía, diciendo que enviar oficiales de policía para hacer el trabajo conduciría a confrontaciones y los desviaría de sus funciones.