INTERNACIONAL.- Un destacado científico ruso que estaba trabajando en una vacuna contra el coronavirus fue encontrado asesinado con una puñalada después de caer por la ventana de su departamento de San Petersburgo, Rusia.
Alexander “Sasha” Kagansky, de 45 años, estaba en ropa interior cuando cayó y murió desde su vivienda del piso 14, según confirmó el medio ruso Moskovsky Komsomolets. El diario NYPost también confirmó la noticia. El científico también sufrió una puñalada, confirmó la policía local.
La policía cree que hubo una pelea antes de que Kagansky cayera o fuera arrojado del edificio, según los informes. La policía detuvo a un hombre de 45 años como posible sospechoso, dijo e2news.com.
Kagansky, mejor conocido por su trabajo en la investigación del cáncer, era profesor asistente en Vladivostok y había pasado 13 años trabajando en Edimburgo, Escocia, hasta 2017.
Recientemente, trabajó como director del Centro de Medicina Genómica y Regenerativa de la Universidad Federal del Lejano Oriente de Rusia. Había estado trabajando en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, dijo e2news.
El cuerpo de Kagansky fue encontrado por un vecino en la calle Zamshin, según el informe. Su trabajo de investigación abarcaba la investigación celular, las enfermedades, el descubrimiento de fármacos y la búsqueda de la cura del cáncer mediante la regeneración de tejidos.
La Sputnik V fue registrada el 11 de agosto en Rusia. La desarrollaron investigadores del Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya junto con el Fondo Ruso de Inversión Directa. Y supuestamente es 95% efectiva y no causa ningún efecto secundario importante.
A principios de este mes, Moscú inició su programa de vacunación masiva para poner fin a la pandemia. Sin embargo, los científicos aún están probando la eficacia y seguridad del Sputnik V. Anteriormente habían planteado problemas sobre la velocidad a la que Rusia desarrolló y aprobó la vacuna. No está claro si Kagansky estuvo involucrado en el desarrollo del Sputnik V.
La vacuna rusa Sputnik V comenzará a ser aplicada en Argentina antes de fin de año, según estimaciones oficiales del Gobierno. Todavía está en estudio la efectividad o no en personas mayores de 60 años.
"Esperamos que para marzo podamos tener un porcentaje importante de la población de mayor riesgo inmunizada para disminuir el primer objetivo que es bajar la morbilidad y la mortalidad en Argentina", dijo Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, durante una entrevista con el sitio Rusia Today.