lunes, 30 de marzo de 2015

OPINIÓN: Mis reflexiones.

Por: Modesto Peña Cuello.

OPINIÓN.- En una ocasión visite la ciudad Corazón, Santiago, en compañía de varios dirigentes deportivos y deportistas a honrar las memorias de los atletas caídos en Rio Verde, mientras jugaban con el equipo del Sur, representado por Barahona.

La gran impresión que me cautivo, que percibía que ese accidente fue en ese momento, puntualización que hago por la perseverancia que tienen los santiagueros que llevan 67 años ininterrumpidos recordando ese  fatídico accidente aéreo, ocurrido en el 1948.

Quiero decir con esto, que la Asociación de Cronistas deportivos responsable de organizar los actos de recordación poseen  una persistencia en el tiempo, logrando así otros triunfos en otras áreas sociales, aseveración que hacemos por conversaciones sostenidas en esa ocasión, que visite en solidaridad de los hermanos fallecidos hace décadas.

En mi ciudad natal y en otros lugares del mundo, se hace difícil lograr la cohesión de los Barahoneros, por su peculiar forma de pensamiento, que hacen en ocasiones imposible que una entidad social, deportiva, profesional, económica perdure de generación en generación, por su ambición desmedida, falta de sentido común y el afán de querer sacar beneficios personales, dañando y desacreditando a personas que han tenido un buen vivir desde su hogar, con propósito de derrumbar organizaciones de carácter filantrópica que han hecho un excelente favor a la sociedad.-

Quiero  que los Barahoneros no importa en el punto geográfico que esté ubicado, le dejo de tarea que hagan un inventario de las organizaciones a las cuales ellos pertenecen y si no han pertenecidos, cuantos años tienen cohabitando en su lugar, sus actividades, sus credibilidades, Se que mucha han desaparecido y otras están inactivas, y otras hacen la labor de las abejas, que cuando en el barril surge otro rey, cada cual coge su rumbo.

El problema de mi compueblano es estar en permanente conflicto, son pocos los que trabajan por el bien de la comunidad, siempre se creen que son los dueños de la razón. Daño garrofal que sufren las instituciones tanto de aquí como de a cuya.