Por: Alejandro Santana.
OPINIÓN.- La ADP decidió salir a las
calles a protestar por conquistas y es su derecho, la Constitución de la
República establece esa plataforma de lucha como un derecho de los
trabajadores, aunque para llegar a ella hay que agotar todos los mecanismos
legales, dice esa misma Constitución.
Pero qué pasa cuando la ADP decide irse
a un paro de labores suspendiendo las clases, pues que los niños pobres que van
a las escuelas se quedan sin comer, desayunar y sin merendar.
La huelga pierde su esencia, igual que
las huelgas de los médicos de las emergencias de los hospitales públicos, que
al suspender ver a los pobres convirtiendo su acción en criminal.
No estoy en desacuerdo con los reclamos
de gremios e Instituciones, pero entiendo que antes de llegar a un paro
indefinido que afecta docencia y atenciones médicas hay que insistir en las
negociaciones.
No porque algo sea de ley es justo, la
Huelga de la ADP que lleva una semana ha resultado criminal para los niños
pobres que son los que van a las escuelas públicas.
Muchos niños que dejaron de acudir a las
aulas durante la semana de huelga de la ADP han pasado hambre en sus hogares y
seguir extendiéndola o acomodándola a conveniencia de actores sigue siendo un
crimen.
Un crimen porque ahora ADP se destapa
diciendo que habrá docencia hasta las diez de la mañana y que los suplidores
del desayuno, merienda y almuerzo debe llevar este antes de esa hora, lo que
resulta descabellado.
Del Ministerio de Educación, desde
Bienestar Estudiantil se entiende que ADP no puede también dirigir las acciones
de esas Instituciones Educativa, a su antojo como manera de presión que afectan
a niños pobres.
No estoy en desacuerdo con ADP, mi
verdadera formación en el campo del periodismo es el gremialismo y entiendo que
los métodos de presión como es el caso de las huelgas es que pueden provocar
decisiones, pero.
Y, mi pero es en el sentido, que las
huelgas de los médicos y profesores en un momento dado resulta criminal en
contra de sectores que necesitan esos servicios.
Y en materia educativa las suspensiones
de clases por tiempos indefinidos resultan criminales para el futuro del país
porque se trata de la formación de los niños que mañana serán los ciudadanos
que dirigirán los destinos del país.
La ADP debe retornar al dialogo, debe
integrar comisiones de negociaciones, voceros que se mantengan en los medios de
comunicación haciendo conciencia de la importancia de que a los maestros se les
mejoren las condiciones en las escuelas incluyendo los salarios, pero no
condenando al hambre a niños pobres que tienen en las escuelas su almuerzo
seguro y que por una huelga mal pensada no lo están recibiendo.
Hay que luchar por soluciones a los
problemas, pero las decisiones no deben tomarse a la ligera ni como
demostraciones de fuerzas para forzar soluciones favorables
Conversar, negociar son dones de seres
civilizados que deben anteponerse a cualquier decisión drástica que afecte
políticas sociales.
Que se retorne a las
aulas y que se sigan las negociaciones y presiones para conseguir
reivindicaciones a favor de maestros, pero no manteniendo una huelga que no es
bien vista en el seno del pueblo