sábado, 4 de febrero de 2017

Conoce a las frutas más raras del mundo

Mangostán: Originaria de Indonesia, que cambia de color verde a un tono más oscuro cuando ya está madura. Su sabor es una mezcla de durazno y frambuesa, aunque también se le compara con el sabor agridulce de las ciruelas y uvas.


Pitahaya: La pitahaya o fruta del dragón tiene un sabor semejante al del agua azucarada. Controla los niveles de glucosa en la sangre, lo cual es benéfica para las personas con diabetes.


Kiwano: También conocido como pepino de África o melón con cuernos, este fruto adquiere un tono entre amarillo y naranja cuando está maduro, mientras que su interior se torna color verde limón. Proviene de una especie de planta con flor parecida a la de los melones y pepinos.


Fresa blanca: A simple vista parecen una fresa normal pero sin su característico tono rojo, sin embargo, saben y huelen distinto, ya que presentan el de una piña. Fueron descubiertas en América del Sur y unos agricultores de Gran Bretaña han preservado la especie para comercializarlas de forma gourmet.


Durian: Proveniente del sureste de Asia, este fruto tiene una carcasa gruesa con espinas de color verde o café su cáscara es entre pálida a roja (según la especie) y una textura cremosa como el aguacate. Presenta varias formas, de cuadrada a redonda, según la especie, con hasta 40 cm de circunferencia y pesa entre 2 o 3 kg.


Rábano sandía: Es una raíz gruesa, comestible, de forma globular. Su exterior es de color blanco cremoso o de color verde pálido. Se le considera originario de China, y es en Oriente donde más se consume.

Salk: Tiene una cáscara con apariencia a la piel de una serpiente. Es poco comercializada debido a su alto precio en el mercado y escaso valor nutritivo. Es conocida también como Salacca o zalacca.

Fuente: msn