ARGENTINA.- La monja japonesa Kosaka Kumiko, quien es
acusada por las autoridades de participar en varios actos de abuso sexual
contra niños sordos del Instituto Antonio Próvolo de la ciudad argentina
de Mendoza, finalmente se entregó a la Policía de Buenos Aires, informa la prensa local.
El caso se dio a conocer cuando una de las víctimas denunció
las violaciones a las que eran sometidos los menores de edad del centro de ayuda
a niños con discapacidad auditiva, por parte de los sacerdotes que operaban en
el lugar. Tras las declaraciones de la joven, que actualmente tiene 18 años,
los implicados fueron detenidos y enfrentan un juicio que podría
llevarlos hasta 50 años tras las rejas.
Una ola de denuncias
Después de que el caso se hiciera público, otras jóvenes
denunciaron detalles de los abusos a los que fueron sometidos durante su
estancia en el centro y dieron a conocer nuevos nombres de los involucrados en
estos delitos.
Entre ellos, figura la monja de origen japonés catalogada
por la prensa argentina como 'la monja mala', quien fue acusada de participar
activamente en los abusos. Una de las víctimas narró cómo después de haber sido
violada por uno de los sacerdotes, Kumiko le colocó un pañal para detener
el sangrado que le impedía sentarse en el aula de clases.
A esta versión se han sumado otras acusaciones de testigos
presenciales, quienes han denunciado el maltrato físico y psicológico al
que eran sometidos por parte de la religiosa y cómo entregaba a los niños una
vez que seleccionaba a su víctima. Kumiko se encontraba con pedido de captura
internacional de Interpol, pero finalmente se entregó a las autoridades de
forma voluntaria.
Fuente: RT