jueves, 16 de noviembre de 2017

OPINIÓN: ¡Que se muera el periodista Cesar Medina!

Por Alejandro Santana.
OPINIÓN.- Si por desear la muerte de alguien este se muriera, Balaguer no hubiera muerto cuando le vino en ganas porque muchos pedían su muerte.

Pero tampoco  los  asesinos de miles  de judíos  en campos de concentración  hubieran muerto cuando les llegó el tiempo, sino antes Trujillo no hubiera muerto treinta años después de convertirse en dictador y causar la muerte a muchos de sus opositores.

Si por desear la muerte de alguien, este muriera, cuántos asesinos no hubieran muerto solo por  el deseo  irracional   de otros.

Muchos han  segado la vida a inocentes y  los parientes de esas víctimas han deseado que mueran, pero solo han muerto cuando les ha llegado la hora de morir.

Por lo que menos podemos sentirnos molestos es por el hecho de  que alguien desee nuestra muerte, pues todos moriremos cuando nos llegue  el momento.

El periodista Cesar Medina se ha preocupado porque alguien en las redes con sus artículos  ha deseado que muera y hasta ha cuestionado que se haya pedido cadenas de oraciones para que recupere su salud.

Se ha molestado con un periódico y su director que han sido sus aliados  porque se publicó un trabajo de un articulista, o un ciudadano donde da riendas sueltas a sus deseos de que este muera por el hecho de no estar de acuerdo con sus escritos, criticas, alabanzas y posturas políticas.

Con su desacuerdo desconoce el derecho que tienen los demás a expresarse  aunque sea en contra de nuestro libre albedrio.

Benito Juárez, dejó plasmada una frase de mucha trascendencia: El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz y quienes escribimos debemos ser observadores de esa realidad.

¡Cesar, no debes molestarte porque alguien te dese la muerte! todos moriremos, pero ocurrirá cuando el Creador lo estime o lo haya pautado,  y para que  ocurra  por deseo  de alguien este debe  manipular la forma para provocarnos la muerte deseada.

Solo Dios lo sabe y sólo Dios es que sabe que hay destinado para ti amigo-colega, sólo reflexiona en eso, analiza tu trayectoria en este mundo.

Si a alguien sin proponértelo haz ofendido  o ha causado algún mal con tus escritos  solo debes sentir arrepentimiento y poner en mano de Dios la sanción que debes recibir por esa ofensa o mal.

Clámale a Dios y pídele que te permita morir cuando te venga en ganas y no cuando yo  un mortal igual a ti lo esté deseando, recuerda que Dios fue más grande y significó más que tú y fue crucificado sin compasión por quienes vino a redimir.

Hay algo que debes entender, tú has producido muchos artículos de opinión y en algunos de ellos ha causado ronchas y molestias a aquellos atrincherados en sus propias ideas y posiciones, la vida es así.

En ocasiones molestamos sin proponérnoslo y hay una realidad de vida, no somos cadenita de oro para caerles bien a todos, muchos nos odiarán, otros se sentirán felices con nuestros puntos de vista porque se asemejan a los de ellos.

Así que hermano, viva tranquilo, que esos dardos ni siquiera lo inquieten porque usted no morirá por el deseo de nadie en particular, sólo cuando  Dios lo entienda  pertinente.

Y en sus oraciones cuando esté pidiendo al todo poderoso y  creador la sanidad a sus males incluya una solicitud de bienestar para quien de manera irracional ha pedido su  muerte de manera pública.

Mi deseo final es que  pida a Dios que le de la sabiduría para necesaria hasta para agradecer los deseos mal sanos de sus enemigos ocultos, porque de todo hay en la Viña del  Señor.