Por Alejandro Santana.
OPINIÓN.- Si por desear la muerte de alguien este se
muriera, Balaguer no hubiera muerto cuando le vino en ganas porque muchos
pedían su muerte.
Pero tampoco los asesinos de miles de
judíos en campos de concentración hubieran muerto cuando les llegó
el tiempo, sino antes Trujillo no hubiera muerto treinta años después de
convertirse en dictador y causar la muerte a muchos de sus opositores.
Si por desear la muerte de alguien, este muriera, cuántos
asesinos no hubieran muerto solo por el deseo irracional
de otros.
Muchos han segado la vida a inocentes y los
parientes de esas víctimas han deseado que mueran, pero solo han muerto cuando
les ha llegado la hora de morir.
Por lo que menos podemos sentirnos molestos es por el
hecho de que alguien desee nuestra muerte, pues todos moriremos cuando
nos llegue el momento.
El periodista Cesar Medina se ha preocupado porque
alguien en las redes con sus artículos ha deseado que muera y hasta ha
cuestionado que se haya pedido cadenas de oraciones para que recupere su salud.
Se ha molestado con un periódico y su director que han
sido sus aliados porque se publicó un trabajo de un articulista, o un ciudadano
donde da riendas sueltas a sus deseos de que este muera por el hecho de no
estar de acuerdo con sus escritos, criticas, alabanzas y posturas políticas.
Con su desacuerdo desconoce el derecho que tienen los
demás a expresarse aunque sea en contra de nuestro libre albedrio.
Benito Juárez, dejó plasmada una frase de mucha
trascendencia: El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz y quienes escribimos
debemos ser observadores de esa realidad.
¡Cesar, no debes molestarte porque alguien te dese la
muerte! todos moriremos, pero ocurrirá cuando el Creador lo estime o lo haya
pautado, y para que ocurra por deseo de alguien este
debe manipular la forma para provocarnos la muerte deseada.
Solo Dios lo sabe y sólo Dios es que sabe que hay
destinado para ti amigo-colega, sólo reflexiona en eso, analiza tu trayectoria
en este mundo.
Si a alguien sin proponértelo haz ofendido o ha
causado algún mal con tus escritos solo debes sentir arrepentimiento y
poner en mano de Dios la sanción que debes recibir por esa ofensa o mal.
Clámale a Dios y pídele que te permita morir cuando te
venga en ganas y no cuando yo un mortal igual a ti lo esté deseando,
recuerda que Dios fue más grande y significó más que tú y fue crucificado sin
compasión por quienes vino a redimir.
Hay algo que debes entender, tú has producido muchos
artículos de opinión y en algunos de ellos ha causado ronchas y molestias a
aquellos atrincherados en sus propias ideas y posiciones, la vida es así.
En ocasiones molestamos sin proponérnoslo y hay una
realidad de vida, no somos cadenita de oro para caerles bien a todos, muchos
nos odiarán, otros se sentirán felices con nuestros puntos de vista porque se
asemejan a los de ellos.
Así que hermano, viva tranquilo, que esos dardos ni
siquiera lo inquieten porque usted no morirá por el deseo de nadie en
particular, sólo cuando Dios lo entienda pertinente.
Y en sus oraciones cuando esté pidiendo al todo poderoso
y creador la sanidad a sus males incluya una solicitud de bienestar para
quien de manera irracional ha pedido su muerte de manera pública.
Mi deseo final es que pida a Dios que le de la
sabiduría para necesaria hasta para agradecer los deseos mal sanos de sus
enemigos ocultos, porque de todo hay en la Viña del Señor.