Por Héctor Rafelín Cuello.
BARAHONA.- Esto es algo increíble, encontré a esta pobre
enajenada mental bailando en medio de la avenida Enriquillo (Malecón) con la
calle Luís E. Delmonte, en Barahona, República Dominicana. Parece como se
esta infeliz estuviera celebrando su desgracia, su abandono, su locura. La
mujer estaba desnuda de la cintura para abajo
Solo en un país acéfalo pueden estos seres humanos vivir como lo hacen, se pudren caminando las calles de Barahona y del país y nadie les hace caso, nadie les ayuda, así uno oye a esta gente hablando de modernidad y de que han sacado gente de la pobreza, cuando la realidad es otra.
En toda República Dominicana no hay un hospital psiquiátrico donde llevar a los enfermos mentales para que puedan vivir con dignidad, creo que este es el único país del mundo donde no hay un hospital para enfermos mentales.
Hay algunos de estos enfermos mentales que con un tratamiento continuo pueden recuperar la salud, pero ni siquiera eso les provee el Estado. Lo peor de todo es que esta gente son abandonadas por el Estado, sus familias, la suciedad y los organismos internacionales. Nadie se apiada de estos infelices.
Solo en un país acéfalo pueden estos seres humanos vivir como lo hacen, se pudren caminando las calles de Barahona y del país y nadie les hace caso, nadie les ayuda, así uno oye a esta gente hablando de modernidad y de que han sacado gente de la pobreza, cuando la realidad es otra.
En toda República Dominicana no hay un hospital psiquiátrico donde llevar a los enfermos mentales para que puedan vivir con dignidad, creo que este es el único país del mundo donde no hay un hospital para enfermos mentales.
Hay algunos de estos enfermos mentales que con un tratamiento continuo pueden recuperar la salud, pero ni siquiera eso les provee el Estado. Lo peor de todo es que esta gente son abandonadas por el Estado, sus familias, la suciedad y los organismos internacionales. Nadie se apiada de estos infelices.