ANÉCDOTA.- Estas palabras de Jesús tienen una especial
resonancia para nosotros, hoy. Todos, sin excepción, tenemos mucho que aprender
de ellas. Todos, sin excepción, tenemos que escucharlas, meditarlas en nuestro
corazón, y ponerlas en práctica en nuestra vida de cada día.
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y
no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano,
deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el
tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para
sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lucas 6, 41-42)
Jesús nos conoce bien. Sabe perfectamente cuáles son nuestras mayores debilidades en el campo de las relaciones con los demás, y quiere que trabajemos intensamente para superarlas, porque son perjudiciales para nosotros en todos los sentidos.
Es evidente. Los seres humanos, hombres y mujeres de toda
clase y condición, tenemos una inclinación malsana y persistente, a criticar a
los otros. Vemos con mucha facilidad, tal vez más de la que quisiéramos, los
defectos y las malas acciones que quienes están a nuestro alrededor tienen y
realizan, y ello nos lleva a criticarlos – en nuestro corazón y de viva voz -,
por una razón o por otra, la mayoría de las veces con gran dureza.
Olvidamos por completo que también nosotros tenemos
defectos, y que nuestras fallas pueden ser incluso más graves que las de
quienes criticamos. Entonces nos erigimos en jueces que juzgan y condenan sin
piedad a todo el que se nos pone delante, a la vez que nos hacemos “los de la
vista gorda” con nuestra propia conducta, o buscamos el modo de justificarla
para que sea aceptada sin más.
Es muy fácil para un desalmado Juzgar, injuriar y criticar
a los de mas, pero no se detiene un segundo a ver la vida que tiene, sin darse cuenta
de que está forzando su propio destino con su forma de ser, que el tiempo poco
a poco se está llevando las cosas valiosa de su existencia, madre, padre,
hermanos, hijos, primos, amigos, destruyendo cada momento a lo que contribuiste.