miércoles, 19 de febrero de 2020

BARAHONA: Acusan Ministerio de Trabajo y la OIT tener ojos vendados ante irresponsabilidad del CAC

BARAHONA.- El Ministerio de Trabajo de la República Dominicana y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tienen los ojos vendados, porque no ven, por irresponsabilidad, negligencias o parcialidad, las atrocidades que comete el Consorcio Azucarero Central (CAC) contra sus empleados y miles de habitantes en los bateyes donde están cultivadas las plantaciones de caña en tres provincias de la región Enriquillo.

En las mismas condiciones están los sindicatos del país, ya que la empresa azucarera tiene prohibido la formación de grupos u organizaciones que defienda los intereses de los empleados, alegando que ya hay una de esas entidades, pero los miembros de la directiva, actúan a favor de la empresa azucarera, que, a la vez, según informaciones, cobran altas sumas de dinero como salario.

El futuro del Consorcio Azucarero Central Barahona, podría estar llegando a su fin, debido a las constantes violaciones que cometen los ejecutivos de la empresa guatemalteca arrendataria del Ingenio Barahona, contra los empleados y los residentes en los bateyes donde están los sembradíos de caña.

La empresa de capital extranjero impone sus propias leyes, las cuales tienen que ser cumplidas por los empleados, porque de lo contrario, son cancelados sin derecho a nada, y si protestan, los someten a la justicia con un expediente fabricado.

Solo basta desmontarse en uno de los bateyes y adentrarse a las viviendas y preguntar del trato de la empresa azucarera hacia la comunidad y sus empleados.

Un señor reveló que trabaja en la empresa azucarera donde gana RD$224.00 (equivalente a menos de seis dólares) por día, entrando al campo de caña a las cinco de la mañana y hasta las tres de la tarde.

A mediados de enero pasado, en Tamayo, provincia Bahoruco, fue quemado un tractor propiedad del CAC, por personas que protestaban por el sometimiento a la justicia de dos hermanos acusados, presuntamente, de incendiar los cañaverales de la empresa.

La comunidad de lanzó a las calles a protestar por el apresamiento de los hermanos, Wilfredo Lebrón, 25 años y Enélsido Lebrón, de 24, residentes en el Batey 6 de la provincia de Bahoruco.

Los dos hermanos fueron apresados por una patrulla de la Policía Nacional, luego que los ejecutivos del CAC se querellaran en su contra. A los hermanos Lebrón les impusieron tres meses de medidas de coerción, por lo que cumplen esa medida en una cárcel de Neyba.

Antes a este hecho, comenzando la presente zafra, los empleados haitianos, cortadores de caña, realizaron una huelga, porque el día de pago, el cobro fue hasta de RD$17.00 en una quincena, y cuando reclamaron, les informaron que les estaban descontando el lugar donde duermen y la comida.

Los extranjeros cruzaron los brazos por tres días y la empresa tuvo que pagarles lo que habían trabajado y llegar a un acuerdo.

Los empleados del CAC temen hablar, porque si los descubren, son cancelados, sin embargo, quienes fueron trabajadores en el pasado, hacen comparaciones y definen la empresa azucarera como un monstruo con sus dependientes.

"Los bateyes están como un vertedero, aguantan de todo", dijo un empleado del CAC que pidió reservas de su nombre por temor a represalia.

Sindicato Trabajadores Nuevo Porvenir
Los ejecutivos del CAC hicieron desaparecer el Sindicato de Trabajadores Nuevo Porvenir, formado por un grupo de entonces empleados, para defender a sus compañeros de las vejaciones que cometía la empresa.

Horacio Joseph, Antonio Octavis, Iverson Serafine, Willis Octavis, José Vicente, fueron obligados abandonar el sindicato que habían formado debido a la presión de la empresa azucarera.

"Ellos no aceptaron la formación del sindicato, ellos nos mandaron a los tribunales y tuvimos un año y medio en los tribunales; ellos nos mandaron hasta a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en Santo Domingo y en todas partes fallaron en su contra, pero, al fin y al cabo, vimos que ellos no querían el sindicato y desistimos de eso", expresó Antonio Octavis, quien fungía como presidente.

Expresaron que los ejecutivos del CAC, iban agotando todos los procesos, instancia por instancia, como una táctica dilatoria.

Informaron que los ejecutivos de la empresa azucarera ya los veían como sus enemigos.

Denunciaron que en la comunidad hay mucho miedo y temor a la empresa, razón por la cual, las barbaridades que se cometen no son denunciadas.

"El CAC le teme a los sindicatos, porque cuando tú estás en un sindicato, tú tienes derecho a tomar ciertos tipos de reclamaciones sin que ellos puedan tomar represalias. El Consorcio no acepta que tú le exijas, aunque tengas tu derecho. Si no te sale el pago de las horas extras a ellos no les gusta que tú reclames; tú tienes que descansar y no te dan tu hora libre a ellos no les gusta que tú les reclame; un día feriado que tú quieras quedarte en tu casa, no lo aceptan. Ellos aunque sea feriado, tienes que trabajar, porque dicen que te pusieron en un listado, cuando la ley dice feriado", expresaron los exsindicalistas.

"Al Consorcio no le gusta que le digan pan, pan y al vino, vino. Aquí ellos son ley, batuta y Constitución y si tú vas en contra de eso, ya eres su enemigo", precisaron.

Los jóvenes lamentaron que los empleados ahora no tengan a nadie que los proteja, porque el sindicato que hay vela más por el bien de la empresa que por sus compañeros.

"Ahora mismo el sindicato que está, es más a favor del Consorcio que de los trabajadores. Ahora al secretario del Sindicato, el Consorcio le paga RD$50 mil, porque estaba ganando RD$30 mil, pero él exigió un aumento de sueldo y se lo dieron. A ellos les dan la facilitad para callar, pero el sindicato está para defender a los haitianos, a los cortadores de caña, pero no le defienden nada", expresaron.

Explicaron que los cortadores de caña no necesitan del sindicato, porque cuando ellos dicen que no van a trabajar por cualquier maltrato, no salen, razón por la cual tienen que ponerse de acuerdo y actual con más mesura.

Dijeron que cuando hay problemas, los haitianos hasta paran el ingenio por falta de caña, porque hasta que no les resuelven no cortan una mata.

"Ese sindicato le sirve al Consorcio para ellos vender a nivel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ellos aceptan sindicatos, pero esto es en teoría y papel sí, pero en la práctica el sindicato tiene que ir acorde con ellos", precisaron.

Los miembros del sindicato tienen muchos beneficios y facilidades en el CAC, pero no defienden a los trabajadores.

Horacio Joseph, Antonio Octavis, Iverson Serafine, Willis Octavis, José Vicente, fueron obligados abandonar un sindicato que habían formado debido a la presión de la empresa azucarera.
Fuente: EL FARO DEL SUR