INTERNACIONAL.- El presidente Donald Trump firmó
este jueves una orden ejecutiva que podría abrir la puerta para que los
reguladores federales castiguen a Facebook, Google, YouTube y Twitter por
la forma en que vigilan el contenido.
El mandatario afirma que su decisión es un intento de
eliminar el sesgo político por parte de esas plataformas, a las que ha acusado
de acallar las voces de los conservadores, es decir, sus seguidores.
La firma de la “Orden ejecutiva sobre la prevención de la censura en línea” llega
a pocos días de que Twitter decidió aplicar sus sistema de verificación a un
tuit del mandatario.
“Estamos aquí hoy para defender la libertad de expresión
de uno de los mayores peligros”, dijo Trump antes de firmar el documento.
La orden permitiría que las agencias de EE.UU. deshagan
las protecciones legales conocidas como la Sección 230, que evita que los
gigantes tecnológicos sean responsables por el contenido que permiten en línea
y sus políticas de moderación.
“Twitter ahora selectivamente decide colocar una etiqueta
de advertencia en ciertos tuits de una manera que refleje claramente el sesgo
político”, alega la Orden.
Agrega que la censura no afecta a todos los grupos por
igual y cita al representante demócrata Adam Schiff, a quien Twitter no ha
“etiquetado” por difundir información sobre la investigación de la intervención
de Rusia en las elecciones de 2016, a la que el presidente Trump ha criticado.
“Tan recientemente como la semana pasada, el
representante Adam Schiff seguía engañando a sus seguidores sobre el engaño de
la colusión rusa, y Twitter no marcó esos tuits”, indica el documento.
En 2018, las plataformas más importantes, incluidas
YouTube y Google, comenzaron a implementar vetos a personajes que difundieran
información falsa o potencialmente dañina, incluso que instigara a la violencia
racial.
The Washington Post, el primero en reportar un avance del
documento, señaló que la orden del presidente Trump podría permitir a la
Comisión Federal de Comunicaciones evaluar los alcances de actuales normas e
incluso proponer reformas legislativas.
Este jueves, la secretaria de prensa de la Casa
Blanca, Kayleigh
McEnany, negó que la decisión del mandatario fuera una violación a la
Primera Enmienda, que asegura la libertad de expresión.
“Nadie cree en la Primera Enmienda más que el presidente”, afirmó en conferencia. “El presidente tomará medidas para garantizar que las compañías de tecnología no repriman la libertad de expresión y que estén protegidos los derechos de todos los estadounidenses a hablar, tuitear y publicar”.