Por Ángel Dauris Gómez.
OPINIÓN.- Me duele en el alma haber votado por un diputado
que se esconde y vuelve a los 3 años.
Desde aquel día que ganó Miguel Florián, se fue y nunca
más ha dado la cara, lo que más me duele es que mandé a muchos palmariteros a
votar por él, confiando en sus palabras.
No es que yo quiero el dinero de ese señor, pero yo entiendo
que las ayudas que le dan cada mes en la Cámara de Diputados, no se sabe dónde
van a parar, porque a Barahona no las trae.
Miguel Florián es malo como empresario, malo con sus
banqueras y empleados y pésimo como político, ese diputado amarga, no vuelve a
ganar nunca jamás.
El autor es: Dirigente del PRM, en Barahona.