INTERNACIONAL.- Dos policías y su atacante murieron y otro
oficial resultó gravemente herido en un tiroteo anoche en Bristol (Connecticut) en
un aparente caso de violencia doméstica entre dos hermanos, informaron
las autoridades locales.
Uno de los oficiales asesinados dejó a su esposa embarazada. En una conferencia de prensa esta mañana, la sargento de la policía estatal Christine Jeltema dijo que los oficiales caídos habían respondido a una llamada al 911 alrededor de las 10:30 p.m. del miércoles en Bristol, unas 110 millas al norte de NYC.
Cuando llegaron fueron recibidos por un sospechoso afuera
del lugar e intercambiaron disparos. Un oficial resultó herido de muerte
en la escena y otros dos fueron trasladados. Una vez en el hospital, un segundo
oficial fue declarado muerto y un tercero sigue gravemente herido.
Jeltema dijo que el sospechoso que abrió fuego recibió un
disparo mortal y fue declarado muerto en el lugar y su hermano también recibió
un balazo y fue transportado a un hospital, donde se desconoce su estado.
Los hermanos involucrados en la pelea doméstica no han sido
identificados y se desconoce el origen de la disputa. “Éste es un incidente
aislado y queremos que la comunidad sepa que no existe una amenaza para la
comunidad”, dijo la sargento Jeltema, citada por NBC News.
El jefe de policía de Bristol, Brian Gould, identificó a los
policías asesinados como los oficiales Dustin DeMonte, de 35 años y Alex Hamzy
(34); y el lesionado es Alec Iurato (26), quien estaba siendo operado de
urgencia.
“Las palabras no pueden expresar la tristeza y el dolor que
me trae esta mañana”, dijo Gould en la conferencia de prensa, denunciando las
muertes como “el resultado de una violencia sin sentido”.
DeMonte fue contratado en 2012, asignado a la división de
patrulla y trabajó como oficial de recursos escolares. “Le sobreviven su esposa
Laura y sus hijos Phoebe y Porter. Y uno en camino”, dijo Gould. Hamzy se unió
a la policía en 2014 y estaba asignado a la división de patrulla.
En una tragedia similar, en enero dos policías hispanos NYPD murieron baleados en Harlem al responder a un incidente doméstico donde el pistolero también fue abatido. El caso motivó la visita a NYC del presidente Joe Biden para condenar la violencia armada.