sábado, 4 de marzo de 2017

Daniel y Robert: los dos electrónicos que saben cómo conseguir el éxito

Por Martín Polanco.
BARAHONA.- A Daniel Alcántara y a Robert Matos se les conoce claramente en Barahona como personas del mundo de la tecnología.
Son propietarios de un negocio de equipos electrónicos, incluidas cámaras de seguridad, pero conseguirlo implicó esfuerzo y sacrificio, porque si bien tuvieron una idea que finalmente caminó, al inicio la falta de capital “se las puso difícil”. “Mi compañero y yo pospusimos el inicio del proyecto en varias ocasiones, ya que al ser personas pobres, el dinerito que juntábamos se nos iba de nuevo en otra cosa”, rememora Daniel, en una conversación con un equipo de prensa de elCaribe, que visitó Barahona para conocer lo que hacen. A Robert y a Daniel les resulta fácil recordar cómo ocurrieron “las cosas”, antes de que el negocio fuera lo que es hoy. “Trabajábamos para una misma empresa.

Lo conocí siendo profesor interino, en la Universidad Ucateba. En ese momento mi compañero asistía como estudiante. Lo vi muy inquieto. En mi trabajo se necesitaba este tipo de persona…. Pasantes que pudieran de una u otra forma ayudar. Yo trabajaba para entonces en un negocio que ahora es nuestra competencia”, le dice Daniel a este periódico.

La empresa donde laboraron antes, tanto él como Robert, es actualmente parecida al negocio del que los dos son dueños. “Parecido, porque nuestra esencia es el área tecnológica y sistemas de seguridad,”, aclara Daniel. Cuando en Barahona se pregunta por los propietarios de exatech computer, las opiniones que la gente emite sobre ellos son positivas. “Son dos ejemplos de superación en la provincia, que supieron combinar la amistad con los negocios”, expresan unos. “Luego de ser empleados en la única empresa tecnológica de Barahona, decidieron reunir sus conocimientos para fundar su compañía de alta tecnología”, dicen otros.

Robert y Daniel conocen el norte que siguen. No presumen del crecimiento alcanzado y conversar con ellos no es complicado. Hablan de negocios, de crecimiento personal y del trato que debe dar una empresa a sus colaboradores o empleados. Coinciden en que el éxito es una disciplina, logrado por aquellos que se sacrifican con esfuerzo y consistencia. El negocio posee un conjunto de certificaciones internacionales. Se trata de un aval o garantía para ofertar productos de la casa matriz, así como para instalarlos. “Quiere decir que pudiéramos dar garantías de hasta 25 años, que otras empresas a las que el cliente le compre no podrían hacer”, explica Robert Matos.

Daniel y Robert se conocieron en 1999 pero el negocio inició en 2004, con 180 mil pesos que juntaron. “Fue un inicio importante porque la gente abrazó la idea. Tuvimos buena clientela desde el principio” cuenta Daniel. Han sabido levantarse en momentos difíciles, como del robo que le hicieron apenas siete meses después de montar la empresa. “Nos robaron todo para entonces. Luego nos mudamos y la gente siguió apoyándonos”, recuerdan.

Crecieron como técnicos de reparación de computadoras y afines. Entre 2009 y 2010 el local donde opera hoy el negocio era una especie de basurero. Lo compraron, le dieron forma y habilitaron, hasta concluir el edificio en 2012. Robert Matos no esconde el optimismo y la aspiración que tiene con la empresa. “Nuestro interés y meta es perpetuarnos en el tiempo y que esto sea sustento no solo de esta generación de la que somos parte, sino de nuestros hijos. Queremos crear un abanico de oportunidades para nuestra sociedad”, expone. Desde ya lo están logrando vía los empleos que aportan.

“Con la ayuda de los bancos avanzamos mucho más. El dinero de los bancos... ese capital está ahí. Lo que uno debe es tomarlo y saber usarlo”, plantea Daniel en otra parte de la conversación. Hay empresarios a los que trabajar juntos no les resulta, pero en el caso de Robert y Daniel la sinergia ha funcionado. “Yo creo que nunca haría un negocio si no fuera con un compañero al lado. Iniciar un negocio sin una persona que en un momento de dificultad te dé la mano, es una cuestión difícil”, indica Daniel. “Yo puedo decir también que siempre hay que perseverar. A toda la gente que está por ahí con alguna idea de negocios podría decirle que siempre hay obstáculos, pero se puede si hay voluntad”, comenta Robert Matos.

La fórmula que han usado ambos para que la empresa funcione sin contratiempos es poner todo claro desde el principio y escribir todo (incluidas las reglas). Así evitan que uno quiera halar para un lado y el otro para la parte contraria. Los acuerdos iniciales han sido respetados siempre.

Eso no quiere decir que en algún momento no hayan surgido diferencias. Lo importante es que esas diferencias no se han guardado. En eso coinciden ambos al tocar el tema. Con relación a los ingresos lo que hicieron los dos emprendedores fue asignarse un salario en función de las entradas o ventas. “Nunca ha sido diferente. En la empresa, por más bien que nos vaya, lo que hacemos es cobrar un sueldo. No tocamos el dinero del negocio”, dicen.


Tomado de: elcaribe.com.do