martes, 22 de agosto de 2017

BARAHONA: ¡Falso desarrollo del Consorcio Azucarero Central

VILLA CENTRAL, BARAHONA.- El Consorcio Azucarero Central (CAC) ha sido la involución del desarrollo de la región Enriquillo, desde su creación hasta la fecha, según las informaciones de los munícipes y residentes del Villa Central y gran parte de la población de la región suroeste.

Según los datos suministrados por la misma empresa, el Ingenio Barahona inicia sus operaciones en 1917, con la empresa norteamericana West India Sugar Finance Corporation con sede en Nueva York, la cual realizó la construcción e instalación del central azucarero conocido como Barahona Company, con una capacidad instalada de 5 mil Toneladas Cortas Diarias (TCD). 

Más adelante en 1922, hace su primera zafra con una pequeña producción, la cual fue creciendo progresivamente cada año. Para la zafra 1934/1935 alcanzó a moler 500,074.41 Toneladas Métricas Cortas (TMC), con una producción de azúcar de 48,373.92 Toneladas Métricas (TM). 

En 1956, pasa a formar parte del patrimonio del dictador Rafael Leónidas Trujillo, alcanzando a moler en la zafra 1958-1959, 949,750 TMC, con una producción de azúcar de 97,201.12 TM, las cifras más altas de molienda y producción alcanzadas por Barahona Company, consolidando así su crecimiento en la región. En 1966, como consecuencia de la caída de la dictadura de Trujillo, se crea el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), conformado por doce centrales azucareros, propiedad de Trujillo, los cuáles a su muerte, pasaron a formar parte del patrimonio público de la República Dominicana. El Ingenio Barahona forma parte de estos doce ingenios. 

Sin duda alguna estos eventos y la situación actual del CAC no son las mismas negativamente o positivamente. El Consorcio pasa a manos del sector privado, es justamente en el año de 1999 el Ingenio Barahona es arrendado al Consorcio Azucarero Central, CxA, conformado por un grupo empresarial Dominico-Franco-Canadiense, mediante la Ley de capitalización de las empresas del Estado. Y luego el año 2000, la administración del Consorcio. 

Azucarero Central (CAC) es transferida a inversionistas domínico guatemalteco, que son los propietarios y quienes la administran actualmente. 

En cierto modo es relevante destacar los antecedentes de ésta industria de la región, más sin embargo estos crecimientos en cifras del consorcio para el supuesto desarrollo a la región, no se vincula en nada con la pobreza y la calidad de vida de los obreros que laboran en dicha institución Si bien es cierto que es una fuente de empleo real, los sueldos que devengan los trabajadores de la zona, no son compatibles con los estándares que deben ser los salarios normales a un obreros o empleados del sector privado, que laboran bajo las más precarias condiciones y sin protección real sobre los riesgos laborales. 

Son muchos los trabajadores con brazos y piernas amputadas, son muchos los que han muerto por contaminación, son muchos los que han sido maltratados por sus empleadores, son esos mismos obreros que son subordinados por la empresa, son ellos mismos que tienen la garantía de obtener un puesto paupérrimo en la institución, porque los puestos de mayor trascendencia sólo se les garantiza a extranjeros y otros trabajadores que no son nativos de la zona, ya que si la industria promueve el supuesto desarrollo por lo menos, debe darle más prioridad a los trabajadores de la región y no a los de fuera. 

La quema desmedida de la caña, la cachipa, que brota la caña tras la quema es uno de los focos contaminantes que son responsabilidad del CAC, las pésimas condiciones la cuál se encuentran las vías ferroviarias de sus vagones no son las mejores, provocando muchos accidentes tanto a sus trabajadores, como a los moradores que viven en las inmediaciones de los rieles por donde transitan las máquinas que transportan la caña. 

Son muchos los niños que han perdido extremidades de su cuerpo, por intentar jalar las cañas de los vagones y eso ocurre por la falta de mecanismos prevención por parte la empresa. 

En ese sentido, Los ciudadanos de la región exigen al menos que la responsabilidad social que debe tener la empresa con la región debe ser real y equitativa para tratar de subsanar un poco la contaminación ambiental que provoca la industria en la zona, incluyendo los bateyes, y todo el casco urbano de la zona principalmente la costa de Barahona, que pese a su ubicación geográfica situada frente al mar caribe, debido a los desperdicios de la empresa las playas más cercanas del municipio cabecera, Santa Cruz, se encuentran gravemente contaminadas por los tóxicos, agroquímicos que utiliza la empresa para el funcionamiento de la misma. 

“Por tal motivo es responsabilidad del Estado dominicano y sus órganos que representan al gobierno central, en éste caso la gobernación provincial, garantizar que la empresa al menos cumpla con lo contemplado por ley, que es la responsabilidad social que tiene la empresa con la región en general”., expresaron los mancipes de la provincia Barahona.

Fuente: elsiblo/Por: Homi Suárez.