VENEZUELA.- En
otro intento desesperado por intentar recuperar la confianza en su moneda y
frenar la hiperinflación, el presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, anunció un plan nacional de ahorro con el que los ciudadanos podrán
comprar lingotes de oro. "Ha llegado la hora del plan de ahorro en oro,
vamos a ahorrar en oro", anunció el mandatario durante una reunión con
líderes del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela(PSUV).
Según Maduro,
el Estado venderá dos modalidades de láminas de oro en el marco del "plan
de ahorro nacional" que consistirá en lingotes de 1,5 gramos a un precio
de 3.780 bolívares (63 dólares) y de 2,5 gramos por un precio de 6.300
bolívares (105 dólares). "Ya estoy preparado, tengo varios miles de piezas
para que el pueblo venezolano ahorre en oro", tras asegurar que se trata
de un "plan de ahorro serio y sólido" cuyos detalles se conocerán en
los próximos días.
Sin embargo,
pocos analistas creen en la viabilidad y efectividad de la medida. El plan
busca que el dinero pueda conservar mínimamente el poder adquisitivo, tras la
constante depreciación que sufre el bolívar en el actual contexto
hiperinflacionario. El FMI calcula que los precios subirán este año más de un
millón por ciento.
Sin embargo,
es claro que el régimen chavista no está en la capacidad de vender oro a la
población, sino que venderá certificados de papel bajo la promesa de que su
valor estará respaldado en oro. Es decir, en la práctica, se trata de un
intento por crear “un medio de pago creíble” y una simple promesa de pago que
la economía venezolana hoy no está en la capacidad de cumplir. No
significa que los ciudadanos podrán intercambiar ese papel por metal
físico. Eso sería una locura.
Para muchos
analistas esto es un engaño similar al de la creación
del "petro", una criptomoneda respaldada teóricamente por
petróleo, que ha sido un fracaso en los mercados, pues su valor real depende en
últimas de la capacidad y voluntad de pago de un régimen sin credibilidad
alguna.
El nuevo
anuncio se suma a una serie de medidas desesperadas y aventuradas que lanzó
Maduro como la eliminación de los cinco ceros a la moneda, el aumento del
salario mínimo en un 5.900 por ciento, el aumento de impuestos y los controles
de precios. “Yo, personalmente, me encargué de preparar el Plan de Recuperación
Económica en compañía de expertos venezolanos”, afirmó.
El
“paquetazo” de medidas económicas tomadas por Maduro ha agudizado la escasez de
productos básicos en Venezuela durante la última semana. La principal patronal
de Venezuela, Fedecámaras, y la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores
(Anauco) alertaron por el desabastecimiento que traerán los controles de
precios y la quiebra que podría producir el aumento del salario
mínimo en medio de un escenario de hiperinflación.
Mientras
tanto, el gobierno socialista incrementa la represión contra los empresarios y
comerciantes que han implicado la detención de al menos a 200 personas y
unos 500 comercios han sido sancionados desde que se puso en marcha esta
regulación que se enmarca en el plan de "recuperación económica" que
ha impulsado Maduro.
Tras los
fracasos en el manejo económico del país, Maduro califica como “estúpidos” a
los críticos que tildan de “paquetazo” sus ajustes y dice que son medidas
“humanistas” y opuestas al modelo capitalista.
El mandatario
ha reiterado que el citado plan comenzará a partir del 11 de septiembre y que
incluirá un aumento del precio de la gasolina local, actualmente una de las más
baratas del mundo, lo cual podría resultar un punto de quiebre en la crisis que
vive el país vecino.