LA
CIENCIA.- Ayudar en la casa, administrar las actividades
extracurriculares, preparar la lunchera... Criar a un hijo no es una
tarea fácil pero, por amor a los pequeños, muchos padres terminan descubriendo
habilidades que nunca habían imaginado que tenían.
De un modo general, ser madre o padre en tiempo completo
no es reconocido por la sociedad como una actividad compleja que, así como
otros trabajos ejercidos fuera de casa, exige mucha dedicación. Quienes asumen
esta responsabilidad reciben cuestionamientos del tipo: ¿Por qué estás
cansado? No trabajas, solo cuidas a los niños.
Cuidar
de los hijos cansa más que trabajar
Rebatiendo este cuestionamiento, un estudio de la
Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, concluyó que cuidar de los
hijos cansa más que trabajar. En esta investigación, 2 mil padres fueron
encuestados, y 1 de cada 10 afirmó que cuidar a los hijos compromete la salud
emocional y física.
Los resultados mostraron que el 13 % de los participantes
poseía altos niveles de cansancio y sentimiento de incapacidad. Los índices
varían del 11,6 % para los padres al 12,9 % para las madres.
Fatiga
parental
La fatiga parental es una ramificación
del síndrome de fatiga, un problema psíquico causado por la sobrecarga y
el estrés extremo, generalmente en el trabajo y en este caso, al cuidar a los
hijos. Las causas exactas del problema no son conocidas, pero se sabe que está
ligado a la sobrecarga cognitiva.
Si trabajas al límite de tu capacidad por mucho tiempo,
hay agotamiento nervioso y consecuentemente, fatiga, afirma el psiquiatra
Fernando Portel, de la Asociación Brasileña de Psiquiatría (ABP). Lo mismo
sucede cuando cuidamos a los niños.
Así que ya sabes, el cuidado de los hijos y la casa
también es trabajo.