Por Alejandro Santana.
OPINIÓN.- La sociedad vive momentos cruciales donde cada ciudadano debe definir su postura frente al delito ya institucionalizado entre delincuentes y sus cómplices.
Resulta que a la Provincia de Barahona ha llegado un nuevo director regional de la Policía Nacional con un nuevo método para permitir a los ciudadanos honestos ser parte en el combate a la delincuencia.
En entrevista con miembros de la prensa y comunicadores locales, el General policial Orlando Pichardo Reynoso, ha dicho que usa una herramienta muy ligada a las redes sociales (WhatsApp) para combatir la delincuencia.
Pero la noticia no ha salido bien de la boca del indicado General de la PN y ya hay torpederos que tildan de chivatos y calieses a quienes hagan uso de esa herramienta para contribuir a la detención de los delincuentes que incurran en el ilícito.
Calieses y chivatos son términos usados durante los gobiernos de Rafael Leónidas Trujillo Molina y el doctor Joaquín Balaguer, donde se usaba a esos ¡sindicados! Para denunciar a los opuestos e esos regímenes que en su esencia fueron dotadores, carniceros, intolerantes y asesinos de la democracia.
Al parecer los torpederos desconocen hasta qué punto ha llegado la delincuencia manifestada en actos de robos, asaltos y asesinatos que en la mayoría de las veces cuentan con cómplices que por miedo o por preferir vivir de espalda a su pueblo ha contribuido a que esos males se hayan convertido en cáncer.
Denunciar a tiempo los actos delictivos cuando aún se puedan evitar no significa que quienes lo hagan sean necesariamente calieses o chivatos, aunque en el caso que nos ocupa sería más digno ser chivato a cómplice de los que roban y asesinan por un celular.
Entiendo que todos como ciudadanos debemos definir nuestras posturas frente a la ola de delitos, robos, atracos y muertes, nos convertimos en los chivatos y calieses que dicen los torpederos o seguimos como indiferentes siendo los cómplices de los que nos roban y nos mantienen recluidos en nuestros hogares por miedo.
Entiendo también que ninguna autoridad debe exteriorizar los mecanismos o estrategias que vaya a usar para combatir la delincuencia que tanto daños hace a los ciudadanos honestos de este país.
Los comunicadores deben tener tacto a la hora de la crítica porque no se pueden estar levantando estrategias dañinas y desalentadoras contra quienes decidan ser parte del combate a la delincuencia.
Y no se puede dividir a la sociedad entre malos y buenos, es decir no se debe tildar de calieses o chivatos a quienes entiendan que como ciudadanos deben poner su granito de arena para combatir los ilícitos, porque estamos en un momento en que somos delincuentes o nos sumamos al combate de ella
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