INTERNACIONAL.- El presidente Donald Trump anunció
este viernes la subida de aranceles a
los productos chinos, en respuesta a los grávamenes
que Pekín había impuesto previamente a Estados Unidos. La medida del país
asiático entrará en vigor el próximo 1 de septiembre. Las de Trump, el mismo
día y un mes después.
“A partir del 1 de octubre, los 250,000 MILLONES DE
DÓLARES de bienes y productos procedentes de China, que actualmente están
gravados con un 25%, estarán gravados con un 30%“, tuiteó el mandatario en la
tarde de este viernes.
El presidente estadounidense añadió que también subirá
los impuestos a China que ya tenía previsto implementar a partir del 1 de
septiembre. Esos 300,000 millones de dólares, asegura Donald Trump,
estarán gravados en un 15% en lugar de en un 10%.
El anuncio por parte de las dos potencias llega un día
antes del comienzo de la cumbre
del G7. Después de que se hiciera público los gravámenes chinos a bienes de
EEUU valorados en 75,000 dólares, el presidente Trump aseguró en Twitter que su
respuesta llegaría esta misma tarde.
Estas advertencias cruzadas, que intensifican la guerra
comercial entre ambos países, también han tenido repercusión en la economía
estadounidense. Wall Street se desplomó este viernes debido al agravamiento de
las tensiones comerciales, en parte por la orden de Donald Trump para que
las empresas del país busquen “alternativas” a la potencia asiática.
Wall Street se hunde
El Dow Jones de Industriales, el principal indicador,
restó 623.34 puntos, un 2.37 %, y quedó en 25,628.90 enteros. En esta semana,
el índice se ha dejado un 0.99 %.
Asimismo, el S&P cayó un 2.59 %, o 75.84
unidades, hasta los 2,847.11, en tanto que el Nasdaq, donde cotizan los grupos
tecnológicos más importantes, se deslizó un 3 %, 239.62 puntos, hasta los
7,751.77.
Por sectores, todos cerraron con fuertes pérdidas,
con el energético desplomándose un 3.37 % -influido por los precios del
petróleo- y el tecnológico deslizándose un 3.30 %, debido a la importancia del
comercio con China para estas compañías.
En el parqué neoyorquino cayó como un carro de agua fría
la última cadena de mensajes del presidente Trump en su cuenta personal de
Twitter.
El mandatario se mostró especialmente molesto por dos
cosas: el discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell,
en el que no dio pistas sobre nuevas bajadas de tipos; y el anuncio por parte
de China de la imposición de aranceles por valor de 75,000 millones a
los productos estadounidenses.
La sesión arrancó a la baja por el anuncio asiático y
remontó ligeramente el vuelo tras el discurso de Powell. Sin embargo, en una
sucesión de mensajes, Trump se preguntó quién era el peor enemigo de EEUU, si
el responsable de la Fed, o el mandatario chino.
“¡Como de costumbre, la Fed no hizo NADA! Es increíble
que puedan ‘hablar’ sin saber o preguntar lo que estoy haciendo, que se
anunciará dentro de poco. Tenemos un dólar muy fuerte y una Fed muy débil.
Trabajaré ‘brillantemente’ con ambos, y los EE.UU. lo harán genial… Mi única
pregunta es, ¿quién es nuestro mayor enemigo, Jay Powell o el Presidente Xi?”,
escribió.
No solo Trump puso al mismo nivel al líder chino y al
responsable de la Fed, sino que insistió en que Estados Unidos ha perdido
“estúpidamente, billones de dólares con China” por el comercio y robo de
propiedad intelectual.
“No necesitamos a China y, francamente,
estaríamos mucho mejor sin ellos (…) Ordeno por la presente a nuestras grandes
compañías americanas a que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa
a China, lo que incluye traer sus compañías a CASA y hacer sus productos
en EEUU”, tuiteó Trump, que anunció que tomará medidas contra los aranceles de
Pekín.
La orden de Trump agitó a los mercados y, entre otras
consecuencias, provocó una nueva inversión en la curva de la deuda
estadounidense, por la que los títulos a dos años ofrecían una mayor
rentabilidad que las obligaciones a diez.
Esto significa que los inversores creen que existen
riesgos en la economía a corto plazo mayores que a largo, lo que
tradicionalmente se ha visto como un síntoma de una recesión próxima.
A cierre de la sesión, esta situación se había revertido
y los bonos del Tesoro a 10 años se cotizaban por 1.528 %, en tanto que
aquellos a dos años lo hacían por 1.523 %.
De las treinta cotizadas en el Dow Jones de Industriales,
solo Boeing terminó en verde (0.45 %), en tanto que las mayores pérdidas fueron
las de Apple, que se dejó un 4.62 % por sus grandes intereses en China,
seguida de Intel (-3.89 %) o American Express (-3.69 %).
En otros mercados, el precio del petróleo intermedio de
Texas (WTI) bajó un 2.1 % y cerró en 54.17 dólares el barril.
El oro subió hasta los 1.536,60 dólares la onza y el
dólar perdía terreno ante el euro con un cambio de 1.1136.
De: Con información de Efe